Actualmente y casi contantemente se habla de crisis. Normalmente y popularmente se alude a la crisis en sentido económico y a las consecuencias o resultados de estas.
Preguntémonos, si realmente no debemos hablar más bien de crisis emocional. Las crisis las manejan personas, personas que poseen emociones individuales y emociones emanadas de su interacción con su grupo social/colectivo/profesional/ al que pertenecen, a las que además se unen las emociones/reacciones de los distintos grupos con los que no conviven pero que son sus referentes más lejanos y que, de alguna manera también le influyen.
Los mercados, y no me refiero solo a los mercados bursátiles o financieros, que también, sino de los mercados de los ciudadanos de a pie, generan un clima psicológico emocional que es el que mueve realmente todos los mercados. De esos mercados, de sus emociones dependen las decisiones que mueven el mundo y las personas que lo incluyen.
¿Podemos controlar nuestras emociones? Ante experiencias extremas, y por extremas no me refiero solo a causas extraordinarias, que también, sino a causas que son definidas y evaluadas por la persona como extremas, basadas en sus experiencias anteriores y del suceso en sí, el hombre responde ante ellas con emociones.
Los psicólogos de emergencias, son especialistas, entrenados y altamente cualificados en el campo de las crisis y emergencias, no son amigos, no son acompañantes, aunque en algunas ocasiones ante el ojo no experto por desconocedor de la profesión puede parecer, sino aquellos que saben que emoción es la que se esta dando en el sujeto en crisis o emergencias, porque se da, que consecuencias pueden tener a corto y largo plazo o simplemente hay que dejarlas pasar porque forman parte del repertorio natural de las conductas humanas ante los diferentes sucesos.
¿Creen que nos hemos estado emocionando por encima de nuestras posibilidades?, hago esta reflexión ya que se esta estudiando si el servicio que se ha prestado hasta ahora de psicólogo de emergencia es prescindible o no, de hecho en estos momentos el servicio esta suspendido. Teniendo en cuenta que todos nos movemos por emociones, ¿Que emoción es la que mueve que en situaciones de emergencia solo se atienda a la persona físicamente, que se le estabilice sus constantes?, ¿Estamos volviendo de nuevo al pensamiento biologicista, en el que solo se tiene en cuenta el estado del cuerpo?
Los mercados y la economía lo mueven las emociones, función diferencial del hombre con el reto de animales, apostemos por ellas.
Fuente: Psicóloga Ángela Andújar Cádiz