Eran cerca de las ocho de la tarde. La expedición del CD Menorca, con su presidente, Ángel Rio al frente llegaba al aeropuerto de Menorca, con casi cinco minutos de antelación -era el día del Menorca- y se producia un estallido de júbilo cuando los jugadores salían de la terminal y eran numerosos seguidores que con banderas y hasta con la música de la Champions estaban esperando.
Fue un hermoso final a una temporada larga y dura que ha llevado -ya es una realidad- al club Deportivo Menorca a hacer historia y colocarse entre los más grandes del país: en la División de Honor. La consecución del logro tuvo que llegar como no podía ser de otra manera. Un gol a escasos minutos del final ponía la guinda a una dura temporada que afortunadamente acababa de la mejor manera.
Los jugadores tras llegar a la isla se trasladaron al Estadio Maonés, donde acabaron de celebrar esta gesta tan importante para el futbol no ya de Maó, sino para toda la isla.