Con más de un mes de antelación a la celebración de la Jura de Bandera en Es Castell que tuvo mucho éxito y contó con una gran participación ciudadana, “Més per Menorca” presentó en el Parlament Balear una “propuesta” instando a que se “dejaran de organizar actos civiles de jura de bandera” con diversos pretextos como que “generan división social», supuestas “connotaciones de fuerza y menosprecio a la cultura y la lengua propias de Balears” y otras disparatadas especulaciones emitidas desde el más delirante subjetivismo.
Además, suscribieron una nota en la cual –y a pesar de no estar legitimados en absoluto para ello- pretendiendo erigirse en portavoces de TODA la sociedad de las Islas, tuvieron el desparpajo de desbarrar hablando en nombre de todos con afirmaciones tan peregrinas como que estos actos «de exaltación del españolismo no hacen más que generar crispación y malestar en la sociedad de Balears» o que las juras de bandera para civiles son «una provocación intolerable contra la voluntad popular de nuestros pueblos y de nuestros ciudadanos».
Empezando por el final, la verdad es que a quienes molesta la celebración de un acto como el del domingo pasado no es ni a “la sociedad de Balears”, ni a “nuestros pueblos”, ni a “nuestros ciudadanos”, que por algo votan en su gran mayoría candidaturas que desde el propio “Més” definen como españolistas porque sintonizan en este aspecto con los sentimientos de una mayoría de menorquines que se sienten menorquines y españoles o –si se prefiere- “españolistas” y auténticamente menorquinistas en contraposición con el exacerbado catalanismo de Més y sus veleidades anexionistas a unos hipotéticos “Països Catalans” .
A quién en realidad molestan estos actos es a algunos dirigentes y partidarios de “Més”. Qué le vamos a hacer. A muchos no nos gustan nada las exhibiciones separatistas de “Més” en actos como «Cap a la república dels menorquins» organizado en Septiembre pasado por PSM-Més per Menorca, Iniciativa Verds-Equo y Esquerra Republicana-Menorca, ni compartimos en lo más mínimo el manifiesto «Menorquins pels països catalans» que se leyó en el mismo, ni queremos pertenecer para nada a esos hipotéticos “Països”…
Y sin embargo nadie instó a ningún parlamento, organismo público o autoridad a que se “dejara de celebrar” el acto de “Més” y compañía, a pesar de su mucha menor aceptación por parte de “la sociedad” menorquina plasmada en una asistencia ínfima respecto de la Jura y a pesar de que –puestos a buscar las cosquillas y con la Constitución en la mano- sin duda habría muchos más motivos para pedir la no celebración del acto «Cap a la república dels menorquins» que el de la Jura de Bandera para Civiles que “Més” intentó que no se celebrase, exteriorizando con ello un talante intolerante y caciquil “contra la voluntad popular” del millar y medio de menorquines que apoyaron con su presencia este acto y de muchísimos más que también se sienten menorquines y españoles.
“Pequeña” diferencia entre ambos actos: Según la prensa que acompañaba unas ilustrativas fotos, al acto de ámbito insular de “Més” realizado hace apenas un par de meses acudieron menos de 100 personas. Mientras a la jura de bandera unas 1.500 (según la prensa más de 300 juraron bandera y otras 1.000 y pico más lo presenciaron “exhibiendo los colores de la enseña” nacional en bastantes casos… Y hasta “algún bar… colocó una banderita en el centro de la mesa, como una forma de adherirse al acto, que registró una numerosa asistencia” según otra reseña periodística).
En cuanto a “la cultura y lengua propia de las Islas Baleares” que invoca “Més” cuando le conviene, decir que son precisamente bastantes cargos públicos de “Més” quiénes están cansados de “menospreciarlas” al sustituirlas por la modalidad barcelonesa no “propia” de las Islas Baleares en sus intervenciones públicas, mientras otros muchos sí utilizamos las modalidades insulares de nuestra Lengua cuando nos expresamos en ella.
Por supuesto que es rotundamente falso y tremendamente ridículo pretender que hubiera ninguna “connotación de fuerza” en un acto en el que todos los participantes lo hicieron libremente y con entusiasmo.
Así que, lo único susceptible de “generar crispación y malestar” y de constituir “una provocación intolerable” que ha existido en torno a la Jura de Bandera para civiles, ha sido la intentona de “Més” de imponer que no se celebrara, en lo que ha constituido una tentativa de coartar la libertad de expresión, reprimiendo las ideas y sentimientos no sólo de los 1.500 menorquines que participaron en el evento, sino también una tremenda falta de respeto para muchísimos otros menorquines que los comparten y tienen todo el derecho del mundo a desear la celebración de lo que fue un acto solemne, festivo para muchos, emotivo, fraternal, cívico y patriótico.
Autor: Joan Triay