Joana Barceló declaraba que el Presidente del Gobierno Balear, Jaume Matas, era incapaz de gestionar el Convenio de carreteras de Baleares. Ante esta situación ofrecía la colaboración del Consell Insular para mantener la inversión en aquellos proyectos que como el desvío de Ferreríes, cuentan con el acuerdo de todos los Grupos políticos. Barceló afirmaba que Baleares no perdería ni un euro de inversión.
La Presidente del Consell Insular reiteraba que el Gobierno Central respetaría los compromisos de inversión asumidos en tiempos del Partido Popular, siempre que se trate de proyectos de consenso, cosa que en Menorca se da en todos los casos.
Joana Barceló aseguraba que el Gobierno Central actuaría con lealtad con el Gobierno Balear y pedía que Jaume Matas hiciese lo mismo con los Consells Insulares en los que no gobierna el Partido Popular. En cuanto a la construcción de la desaladora y al centro de interpretación de la naturaleza de Alfurí de Dalt, la Presidente aseguraba que había el compromiso de llevarlos adelante.
En cuanto a la petición por parte del Gobierno Balear de que se lleven a cabo las gestiones para hacer el desvío de Ferreríes, Joana Barceló se mostraba sorprendida de que hubiesen tardado tanto, pero decía estar convencida de que Madrid financiaría las obras para que pudiese comenzar en el año 2005.
La Presidente del Consell Insular negaba que el Ayuntamiento de Ciutadella reciba un trato discriminatorio con respecto al resto por el hecho de ser gobernado por el Partido Popular y emplazaba al Gobierno Balear a actuar con la misma transparencia cuando se trata de repartir los recursos entre islas.
Sobre el objetivo político fijado por el Partido Popular para recuperar el gobierno del Consell Insular en las próximas elecciones, Joana Barceló decía que aún tienen mucho por hacer.
Palabras de Joana Barceló que llegaban horas después del Congreso Insular del Partido Popular que servía para reelegir a Juan Manuel Lafuente como Presidente, con el 93% de los votos.
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