El Puerto de Mahón llevaba ya dos días sin recibir provisiones alimenticias ni industriales.
Según fuentes de la Patronal, las empresas de Menorca comenzaban a verse seriamente afectadas por el bloqueo de los pescadores de Barcelona. A la carga paralizada en los muelles había que añadir aquellos pedidos retenidos por los mismos proveedores. Manuel Aguilar, Gerente de una empresa frigorífica, consideraba que las pérdidas económicas serían cuantiosas.
Por otra parte el buque «Fortuny» el día 26 seguía atracado en el puerto de Mahón desde el día anterior, sin poder zarpar, con 185 pasajeros y más de un centenar de vehículos a bordo. Del mismo las Cofradías de pescadores de Menorca esperaban a la reunión convocada para el día 26 a las 18,00 horas con la Confederación balear para decidir si se sumaban a la huelga aunque todo parecía indicar que su respuesta iba a ser afirmativa.
Finalmente, el día 27 la normalidad volvía progresivamente al puerto de Mahón tras el acuerdo alcanzado por la mañana por los pescadores y el Gobierno Central. El buque «Fortuny» zarpaba y los pescadores menorquines desconvocaban la huelga.
Finalmente los paros decretados por las Cofradías de Mahón, Fornells y Ciutadella hasta el miércoles 2 de noviembre no duraban ni 24 horas, fruto del acuerdo al que llegaban los representantes del Sector y el Ministerio. Los pescadores menorquines se habían sumado a la huelga tras reunirse el día 26 en Palma de Mallorca con la Confederación balear y aprobar mayoritariamente unirse a las movilizaciones. Después del acuerdo, que cifra el precio del carburante en 9,5 céntimos, las barcas volvían al mar el día 28.
Mientras tanto el buque «Fortuny» que llevaba tres días atracado en Mahón, zarpaba a las 12,00 horas hacia Barcelona, a pesar de que el puerto de la Ciudad Condal aún no estaba desbloqueado.
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