Menos mal que los guiños del Gobierno a regímenes a otro lado del Atlántico y el Mediterráneo, no traspasan la emulación de sus actitudes como en casos de fuentes y distribución de energía. El Ejecutivo pliega velas y recoge aparejos ante la posición de la UE en la opa de E.On, dejando a la CNE que dicte cláusulas como la obligación de deshacerse de Centrales nucleares y las minas de carbón. Buena noticia el que haya noticias como ésta, que revelando obstante el control y debate de la energía nuclear en clave nacional. La creciente demanda de energía con cumbres que no son capaces de soportar, trae incluso de que los planes de energía contemplen el carácter nacional para todos, y no regional para unas cosas. En plena crisis estatutaria de competencias hasta la coronilla como el Estatuto catalán, una de ellas es la energética con una semillita estéil de Gas natural en la madre Endesa. El parto de los montes ni ratón creó, dejó para Cataluña las insuficientes centrales nucleares de Ascó y Vandellós II. Muy bien, pero mientras a Cataluña se descentralizan poderes llevando la Comisión del Mercado Tecnológico, a Extremadura se pretenden llevar los residuos de las centrales nucleares. En Mesas de Ibor (Cáceres) se pretende crear el cementerio nuclear, creando esa irónica descentralización de poderes. Podrían blindarse también los desechos, como el agua y otras frugales cuotas de poder. Dice el estatut que Cataluña recibirá inversiones en infraestructuras en función de su supuesto PIB. Si es así tal vez estos cementerios nucleares tengan más posibilidades de crearse allí que en la pobre Extremadura. Díme lo que consumes, y te diré lo que no reciclas o no eliminas de tus basuras.
José Carlos Navarro Muñoz,
Benalmádena (Málaga), 28 Julio 2006.
Fuente: José Carlos Navarro Muñoz.