Se trata de la construcción de un local social para mujeres palestinas. La violencia de los últimos días pone en peligro este proyecto y ha abierto una situación de emergencia para atender a los refugiados del campo de Harel Barek que escapen de las bombas.
El sacerdote menorquín Francesc Triay visitó el Líbano en abril y pudo comprobar que la situación empeora día a día.
Los desplazados se cuentan por miles y la cooperación que llega desde Menorca se prioriza para ayudar a los enfermos crónicos, niños o mujeres embarazadas. Las cuentas corrientes abiertas para atender esta emergencia pueden encontrarse en todas las entidades bancarias.
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