La acampada de Ciudad Universitaria en Madrid nació a mediados del mes de Mayo como forma de protestar por la situación actual de la vivienda en nuestro país, y por las circunstancias de injusticia que genera en los habitantes. Son ya casi cuatro meses los que llevamos acampados intentando trabajar por y para todas estas personas, víctimas de un problema originado por anteponer intereses comerciales a derechos fundamentales de las personas, una practica que cada vez esta mas presente en nuestra sociedad, en la que impera un capitalismo exacerbado.
Originada como forma de hacer presión ante las elecciones que hubo en Mayo, y empujada durante esas dos primeras semanas por los integrantes de Vdevivienda, al término de lo previsto la acampada siguió con nuevas personas comprometidas con la causa, con ganas y con ilusión de ver en ella una gran forma de reivindicar por los tantos atropellos que sufren las clases bajas. Tras todo este tiempo la acampada (los acampados), y ante la amenaza de un desalojo que podría producirse en cualquier momento de septiembre, queremos comunicar lo que somos ahora y lo que son nuestros propósitos a partir de este momento. El problema de la vivienda persiste y no es más que la punta visible de un iceberg de injusticias.
Durante este tiempo hemos intentado convertir la acampada como lugar de debate, crítica y reflexión promoviendo actividades culturales como charlas y proyecciones, para; escuchando las voces de todos, pintar el camino que debemos tomar, un camino sin excluidos, un camino sin mejores ni peores, un camino de iguales. Paralelamente a esto intentamos desde la acampada ofrecer servicios para todas estas personas, servicios inaccesibles para ellos de cualquier otra forma; alojamiento en tiendas de campaña para aquellos que lo necesitaran, preparando comidas donadas al campamento por toda esa gente que nos ayuda (siempre es un buen momento para daros una y mil veces las gracias), ofreciendo talleres de yoga, quiromasaje, fotografía, costura, teatro, …; todos estas medidas las tomamos con el objetivo de facilitar su acceso, promoviendo la vía de la autogestión; basta ya la eterna mentira del estado de bienestar, lo mejor forma para estar bien es no necesitar a esa horda de farsantes, especuladores y manipuladores, una larga lista de delincuentes legales a los que no dudaremos en señalar con nuestros dedos.
Son muchas las causas por las que hemos estado y seguiremos trabajando, al lado de todos los colectivos que luchan por la injusticia. Estamos hartos de la necia palabrería con la que juegan los políticos, sus centenares de absurdas propuestas para animarnos a que confiemos en su incompetencia, sus palabras no cambian nada, queremos soluciones, y la clase política esta mas cerca de ser el problema que de ser la solución. No toleramos la carestía de la vivienda ni las malas condiciones laborales, dos factores que se retroalimentan, la obligación mensual de hacer frente a un pago desmesurado por alojamiento obliga a las personas a aceptar las precarias condiciones laborales y a no protestar o reivindicar mejoras ante la amenaza del despido. Este chantaje obliga a aceptar recortes y condiciones laborales a la baja y la necesidad de dos salarios para poder sobrevivir, impidiendo conciliar la vida familiar y personal con la laboral.
La riqueza del país (el PIB, producto interior bruto) se ha «duplicado» en estos años, pero no todos nos hemos beneficiado en igual cuantía de este crecimiento. De hecho, mientras que la mayoría de los trabajadores y de la población en general ha visto como se estancaba o empeoraba su poder adquisitivo y sus condiciones de vida, una minoría de empresarios, banqueros y especuladores ha visto multiplicarse sus beneficios a costa del esfuerzo de la mayoría; estamos hastiados de desigualdades sociales, y no podemos entender como no hay un acceso generalizado a esa riqueza generada entre todos y de la cual es beneficiaria una pequeña parte de la población.
Objetivos
– Sensibilización y concienciación del problema de la especulación inmobiliaria y de la insostenible situación que provoca el capitalismo en las clases bajas, alienándolos de sus derechos.
– Informar al ciudadano y ofrecerle un punto de encuentro, de opinión y reivindicación de los problemas reales de la sociedad.
– Ahondar en el sentimiento de los afectados por todos estos problemas, buscando con su colaboración las verdaderas causas y culpables de la situación actual, que consideramos una extorsión de los que menos tienen; buscando nuevas conquistas sociales necesarias para todos.
– Ofrecer alternativas de vivienda, autogestión e integración en un sistema en el que se deja de lado a minorías con situaciones de precariedad extrema.
Fuente: