Duplicando la plantilla de la Agencia Tributaria el fraude fiscal puede reducirse a la mitad.
La Agencia Tributaria ha hecho público los resultados de su Plan de Lucha contra el Fraude 2012 y, efectivamente, una vez finalizado el ejercicio, se comprueba que cada vez se consiguen mejores resultados. En 2012, los resultados de la prevención y lucha contra el fraude mejoraron respecto 2011. La recaudación total procedente de la lucha contra el fraude creció un 10,1% hasta los 11.517 millones de euros. Y se pretende mejorar estos números en el futuro. Precisamente, en 2013, está previsto realizar 17.000 visitas de verificación del cumplimiento fiscal en el ámbito de inspección y 2.600 personaciones de recaudación en locales propiedad de deudores. En ambos casos la previsión supone elevar en un 19% las actuaciones efectuadas en 2012. Incluso se ha creado este año una Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional y se están tomando medidas para controlar el comercio electrónico. El plan es ambicioso y está bien enfocado. Pero, ¿serán suficientes estas medidas para poner freno a la tasa de economía sumergida que en España supera el 20%?
El Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria (SIAT) considera que No son suficientes. Mientras no se incremente la plantilla de la AEAT, no se podrá luchar eficientemente contra el fraude fiscal y la economía sumergida. La media de edad de la plantilla supera los 49 años y apenas se incorporan efectivos. A título de ejemplo, en 2012 se convocaron tan sólo 70 plazas de nuevo ingreso (15 para Inspectores, 40 para Técnicos, 15 para Agentes y ninguna para Vigilancia Aduanera). Actualmente hay menos de 27.000 trabajadores en la Agencia y se prevé que en los próximos cuatro años haya menos de 25.000. Por muchas mejoras informáticas que se adopten y por excelente que sea la planificación, el factor humano sigue siendo el decisivo. Si de verdad quieren lograrse éxitos significativos y obtener recursos imprescindibles para el Tesoro Público; si se pretende luchar contra el fraude no sólo a nivel interno, sino teniendo en cuenta también la fiscalidad internacional, urge duplicar el número de empleados públicos encargados de estas labores. Si nos comparamos con los países de nuestro entorno, las cifras son claras. En todos ellos hay más del triple de funcionarios de Hacienda, en proporción a su población, que en España. Nuestro país está a la cola de Europa en medios humanos para luchar contra el fraude fiscal , la economía sumergida ,el blanqueo de capitales y la evasión fiscal.
La excusa de los recortes y la crisis para evitar aumentar el personal de la AEAT cae por su propio peso, si tenemos en cuenta que un solo trabajador de este órgano recaudador, consigue, de media, con el desempeño de su función, 400.000 euros de ingresos públicos. Considerando que, por ejemplo, un Agente Tributario o un Técnico, perciben, de media, aproximadamente, unos ingresos brutos anuales de 23.000 y 33.000 euros, respectivamente, compensa tener más personal, pues lo que se recauda supera, con creces, el coste del incremento de plantilla.
No hay mejor inversión que aquella que asegura la reducción del déficit, la reducción del fraude fiscal y posibilita eliminar los recortes que injustamente sufre la sociedad Española.
Fuente: Sindicato Independiente de la Agencia Tributaria (SIAT)